En post anteriores hemos hablado sobre los componentes de una línea de vida, esta vez nos centraremos en cómo realizar su instalación.
Recordemos que son sistemas de seguridad diseñados para evitar accidentes y minimizar sus daños, en caso de que se produzcan, en referencia a trabajos en altura.
Tal y como nos indica la Ley de prevención de riesgos laborales 31/1995, de 8 de noviembre, concretamente en su articulo 15 apartado h, se antepondrán medidas de seguridad de protección colectiva frente a las individuales, por ello, a la hora de seleccionar un sistema de seguridad adecuado, lo primero que tendremos que realizar es una correcta toma de datos.
¿Por qué instalar una línea de vida?
Principalmente, tendremos en consideración los motivos que nos llevan a seleccionar las líneas de vida como elementos de protección.
Hay casos, en los que nos encontraremos que, las propias estructuras, dotan de la seguridad necesaria a cubiertas y ciertos accesos.
En los casos en los que esto no ocurre, es, cuando tenemos que recurrir a dichos sistemas de seguridad.
Una vez valorado que realmente son necesarios y que no podemos solucionar la situación mediante barandillas de protección o pasarelas que faciliten los accesos de forma colectiva, lo primero que tendremos en cuenta es, el tipo de mantenimientos, trabajos o accesos que tenemos que realizar, para así poder comprobar si es necesaria la instalación de líneas de vida en toda la zona o solo en una parte delimitada, donde se desean realizar dichos trabajos o accesos.
¿Dónde se instalará la línea de vida?
Teniendo clara esta información, pasaremos a realizar una exhaustiva toma de datos comenzando por los tipos de cubiertas, en dos aspectos muy importantes:
- Dimensiones, en lo referente a longitud, anchura y altura.
- Características, en referencia a si dispone de correas, como es su cumbrera, si tiene cercha, cual es la pendiente de la cubierta y cual es el espesor del material del que está fabricada la misma.
Pero, no son los únicos datos a tener en cuenta a la hora de elegir correctamente el tipo de línea de vida y llevar a cabo su instalación, también tendremos en cuenta los siguientes aspectos:
- Tipo de mantenimiento o trabajos que se tienen que realizar, ello nos irá encaminando hacia los tipos de sistemas más adecuados.
- Donde se realizarán los anclajes, pudiendo ser, suelo, techo o pared.
- Como se accederá al sistema de seguridad, por si tuviéramos que complementar la instalación con otros medios de acceso.
- Distancia de los vanos adecuada.
- Distancia de los sistemas de seguridad a las zonas de caída.
- Tipo del medio en el que nos encontramos, ello nos indicará el tipo de material a seleccionar para nuestras líneas de vida.
- Si van a ser necesarios medios auxiliares de elevación, tanto del personal como del material.
- Que equipos de conexión serán necesarios como pueden ser retráctiles, absorbedores o cuerdas con bloqueador.
- Controlar el posible efecto péndulo.
- Los tipos de anclaje a las distintas estructuras y si serán necesarias pruebas de anclaje previas.
- Por último y no menos importante, elaborar un correcto plan de rescate y evacuación.
Una vez verificados todos estos aspectos procederemos a la elección de los tipos de líneas de vida.
Selección del tipo de línea de vida
Realizada la indicada evaluación de riesgos y toma de datos necesaria, pasaremos a seleccionar el tipo de línea de vida más adecuado a nuestras necesidades.
Entre ellas, podremos encontrar líneas de vida horizontales y verticales, teniendo en cuenta que ambas podrán ser tanto temporales como fijas.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es, los materiales de fabricación de estos sistemas de seguridad, como hemos comentado en líneas anteriores, dependiendo del ambiente en el que se tenga que proceder a su instalación, nos tendremos que decantar por unos materiales u otros.
Podemos encontrar zonas de mayor salinidad, en las cuales un material adecuado sería el acero inoxidable frente a su fabricación más habitual que sería en aluminio.
También es común encontrar este tipo de sistemas en zonas corrosivas, por lo que tendremos que adaptar sus elementos para que no sufran un deterioro prematuro con los posibles riesgos que ello conlleva.
Instalación de una línea de vida
Por último, pasaremos a su instalación, para ello, seguiremos adecuadamente los siguientes pasos:
- Dotaremos la cubierta de elementos temporales de anclaje para que los instaladores puedan realizar los trabajos de forma segura.
- Realizaremos un replanteo de los elementos de anclaje por la superficie donde se llevará a cabo la instalación realizando marcas que no dañen la superficie.
- Colocaremos los materiales a instalar en cada posición.
- Se procederá a la instalación de los componentes de las líneas de vida siguiendo las indicaciones de los manuales de los fabricantes, respetando los elementos de fijación indicados para cada tipo de superficie en la que nos encontremos.
- Se realizará una documentación gráfica para posteriormente poder realizar los informes que sean necesarios.
- Se identificarán, mediante placas, los propios sistemas y los accesos para indicar que dicha zona dispone de estos elementos de seguridad.
- Se retirarán todos los elementos temporales que hayan sido necesarios colocar para una instalación segura.
Es importante recordar que, para una correcta y segura instalación de estos sistemas, tendremos en cuenta dos aspectos, por un lado, seguir todas las indicaciones y recomendaciones indicadas por los fabricantes en sus manuales y fichas técnicas.
Por otra parte, que el personal seleccionado para realizar las labores de instalación, sea solamente, personal cualificado y especializado en este área, habiendo recibido previamente la formación necesaria por parte del fabricante como instaladores acreditados ya que, aunque sean sistemas muy similares, cada fabricantes tendrá sus particularidades.
Más adelante analizaremos todos los pasos a realizar en la instalación de un línea de vida más exhaustivamente.
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