Una línea de vida es un dispositivo de seguridad utilizado en trabajos de altura para proteger a los usuarios en caso de caída.
Dependiendo del material, pueden estar compuestas por un sistema de cables, cuerdas o bandas resistentes, además de puntos de anclajes que se instalan en una superficie o estructura donde se va a realizar el trabajo en altura, como cubiertas, tejados, plataformas elevadas, maquinaría, etc.
La línea de vida se diseña para que los trabajadores puedan anclarse a ella mediante arneses y dispositivos de conexión apropiados, como eslingas o cabos.
De esta manera, si ocurre una caída, el trabajador quedará retenido o colgado por la línea de vida, evitando que alcance una distancia peligrosa, un nivel inferior o el suelo.
La línea de vida debe cumplir con rigurosos estándares de seguridad y ser inspeccionada periódicamente para asegurar su correcto funcionamiento, además deben cumplir con la normativa vigente.
Existen diferentes tipos de líneas de vida, como las horizontales y verticales, temporales o permanentes, flexibles o rígidas.
La principal función de una línea de vida no es evitar la caída, sino retenerla, es decir, un usuario que este trabajando en una cubierta y está anclado a este sistema, en caso de caída, el sistema lo retendrá, evitando que caiga libremente y reduciendo la distancia y fuerza de la caída.
Por tanto, está destinada a proteger al usuario en caso de accidente, además la instalación de este dispositivo de seguridad debe estar diseñado para que en caso de que suceda el accidente, no peligre la vida del usuario chocándose con obstáculos o llegando al suelo.
Además, los usuarios trabajan más confiados y tranquilos al saber que están utilizando un sistema de seguridad y no tienen que preocuparse por su vida en caso de caída.
En resumen, la línea de vida es un elemento esencial de seguridad en trabajos en altura que tiene como objetivo principal prevenir caídas y proteger la vida y la integridad física de los trabajadores. Su correcta instalación, mantenimiento y uso son fundamentales para garantizar un entorno de trabajo seguro en situaciones donde existe el riesgo de caídas desde alturas.
Una de las normativas por la que se rigen las líneas de vida es la UNE-EN 795, normativa europea que establece los requisitos para los sistemas de protección individual contra caídas y está diseñada para garantizar la seguridad de los trabajadores que realizan tareas en altura en diferentes industrias y sectores.
Esta norma está compuesta por varios sistemas de anclaje diferentes:
La otra normativa por la que se rigen las líneas de vida es la UNE-EN 353, que hace referencia a las líneas de vida verticales, dependiendo del material pueden ser:
Dependiendo de la norma, existen diferentes tipos de líneas de vida para satisfacer necesidades específicas y adaptarse a diferentes entornos de trabajo en altura.
Sistema de anclaje que se instala a lo largo de una superficie horizontal, como una cubierta, una viga o una estructura plana y extensa.
Elementos de anclaje utilizados en ascensos y descensos verticales, como escaleras de acceso o torres de comunicación.
Ambas líneas de vida son permanentes y dependiendo del material pueden ser:
Es una solución portátil que se utiliza para trabajos ocasionales o en ubicaciones cambiantes, se trata de un sistema textil.
Dependiendo de la superficie o lugar donde se realice el trabajo, se recomendará instalar un tipo de vida u otro.
Las líneas de vida ofrecen múltiples soluciones, por tanto, se pueden instalar en diferentes superficies, materiales, elementos, etc.
Algunos de los lugares donde las podemos encontrar son:
Es un sistema tan versátil que lo podemos localizar en múltiples lugares.
El mantenimiento adecuado de una línea de vida es esencial para garantizar su funcionamiento seguro y efectivo, y según la norma EN-795 la inspección se realizará como mínimo una vez cada 12 meses
Partiendo de esa base, el fabricante puede solicitar la revisión en un periodo de tiempo menor, y estas tienen que quedar reflejadas en un registro las fechas, los resultados y las acciones correctivas tomadas si se encontraron problemas.
También podemos realizar una verificación visual antes de cada uso, en busca de signos de daños, corrosión o desgaste. Además del cable, también se deben revisar los puntos de anclaje y sistemas de conexión.
Estas revisiones o inspecciones deben llevarse a cabo por personal cualificado y acreditado.
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