Consejos para evitar el mal ajuste del arnés
En ocasiones, sobre todo en aspectos laborales, hay acciones que se creen adecuadas por costumbre, por llevar haciéndolo así “toda la vida”. Esto pasa mucho con el uso de EPIs, que aún siendo el día a día de muchos trabajadores, el hecho de que no se haya explicado bien, o ni siquiera se haya explicado, puede provocar un buen susto. Quizás lleves años trabajando en altura y simplemente lo hagas “como siempre”, o simplemente es tu primer día y nadie te lo ha explicado. Sea cual sea tu caso, hoy venimos a daros unos consejos que os van a ayudar a trabajar más cómodos, y sobre todo, más seguros.
¿Cuáles son las consecuencias de llevar mal ajustado el arnés?
Lo primero que hay que dejar claro es que llevar un arnés de seguridad puesto, pero mal colocado, genera una falsa sensación de seguridad, lo cual es más peligroso todavía porque esa confianza te hace bajar la guardia: te hace prestar menos atención a los riesgos, moverte más rápido sin cuidado y acercarte más al precipicio.
Lo que puede ocurrir después de estas acciones, simplemente por no dedicarle un minuto a ajustar correctamente el arnés, es mucho más serio de lo que parece. Las consecuencias pueden ser:
- Puedes tropezarte o resbalarte con el propio arnés: si llevas las cintas mal colocadas o muy flojas, el arnés se puede mover más de la cuenta, engancharse con herramientas, una esquina, algo saliente y hacer que te tropieces.
- El arnés de seguridad puede presionar donde no debería, en zonas del cuerpo, como en la ingle o en los muslos ocasionando calambres o heridas.
- Si existe caída, al estar mal colocado el arnés para altura, el impacto se lo llevará una zona del cuerpo donde no toca, ocasionando más dolor del que debería y fuertes latigazos.
- Puede agravar el síndrome del arnés, al estar ajustado donde no debería, la presión se concentra más rápido y en peores zonas.
- Si el arnés queda suelto, puedes perder movilidad o desequilibrarte en la caída. Si te encuentras en zonas estrechas o cerca de obstáculos, podrías golpearte, o incluso caerte del todo al deslizarte del arnés.
Pasos clave para ajustar el arnés correctamente
Colocarse y ajustarse un arnés no es un trabajo complicado, es una tarea de tres minutos que puede marcar una gran diferencia. Te explicamos los pasos clave para estar seguro en trabajos en altura:
- Desliza el arnés completamente: El primer paso para hacerlo bien es sencillo, extiende el arnés para asegurarte de que no se queden las cintas cruzadas.
- Empezamos colocándonos y enganchando primero la parte de arriba. Cogemos el arnés por la anilla trasera y subimos los tirantes por los hombros. Se tiene que colocar como una chaqueta, como si te pusieras un chaleco, sin cruzar los tirantes. Así queda todo en su sitio.
- Abrochamos primero la conexión esternal (la zona del pecho). Con los tirantes bien puestos, enganchamos la parte de delante. Seguidamente, se abrochan las perneras.
- Hay que ajustar bien el arnés para trabajos en altura una vez que esté todo abrochado. El orden es al contrario de como lo hemos colocado, es decir, primero tensamos bien las perneras y después se ajusta bien la parte de arriba. Hay que revisar que la anilla quede centrada.
Después de ajustar tanto la parte de abajo, como la de arriba, hay una forma sencilla para comprobar que se ha tensado correctamente: metemos la palma de la mano entre la pierna y la cinta, la cual debe de entrar con cierta facilidad. Luego hacemos un puño, el cual no debe de poder salir del arnés de seguridad si intentamos sacarlo.
Errores que se repiten a diario (y cómo evitarlos)
Cuando se habla de estos temas pueden parecen muy obvios, pero luego a la hora de la verdad, siempre se cometen los mismos errores.
- Se deja el arnés para altura sin tensar para trabajar más cómodo. Se abrocha pero no se ajusta, aunque en el momento te dé la sensación de ir más cómodo por no ir tan apretado, a la larga aunque no surja la caída puede provocarte lesiones por rozaduras y heridas más graves.
- Todo lo contrario a lo anterior, ajustarlo demasiado fuerte, lo cual puede dejarte con poca o incluso sin movilidad para trabajar seguro. Para evitar este caso, o el anterior, se debe de usar el “truco” de introducir la palma e intentar sacar el puño que hemos explicado antes. Y lo peor es que, en caso de caída, tanto un ajuste flojo como uno excesivo pueden provocar aún más daños.
- No revisar si tiene cortes o desgaste, o si está caducado. Muchos trabajadores de altura usan el mismo arnés todos los días sin mirar si está en buen estado, algo que te puede costar incluso la vida. La revisión también la debe de hacer el trabajador diariamente antes de usar los EPIs, ya que es su vida la que está en juego, y si se observa alguna falla, tiene que decirlo para que se lo cambien inmediatamente. Es muy importante revisar si los EPIs que usamos están certificados.
- Dejarlo por el suelo y que se ensucie o deteriore. Acaba la jornada y el arnés de seguridad se queda tirado en cualquier parte, ese descuido lo estropea poco a poco. Siempre hay que colocarlo en un lugar limpio y seco.
Cada cuánto revisar tu arnés y quién debe hacerlo
Es importante que todos los usuarios que usen el arnés lo revisen antes de cada uso, que comprueben que las costuras estén bien, que no tenga cortes, no tenga quemaduras ni esté mojado, y que su etiqueta esté visible para comprobar que no está caducado.
Además de esta revisión de EPI diaria, debe de haber mínimo una revisión periódica cada doce meses por alguien competente (normalmente, pero también depende de la indicación del fabricante, el cual puede indicar un periodo de tiempo menor). Si se ha sufrido un accidente, una caída, o si el arnés para altura ha sufrido algún daño también hay que revisarlo por una persona competente.
Los EPIs siempre hay que guardarlos en una zona limpia y seca, evitar humedad y moho.
Conclusión
Es importante recordar de vez en cuando lo necesario que es tener cuidado con el uso de los EPIs, como hemos comentado al principio del artículo, muchas veces se normalizan formas de trabajar, o nos confiamos por ser “lo de siempre”. En estos trabajos no podemos permitirnos este lujo.
En los trabajos de altura no hay margen para errores debido a que nos estamos jugando algo tan valioso como es la vida.
Si te queda la mínima duda de “¿está anilla está bien?”, “¿esta cinta está torcida?”, pregunta o vuélvelo a revisar. Si no estás seguro de cómo se hace, exige que te lo expliquen adecuadamente o que te impartan una formación para trabajos de altura.
Desde Ypsos, trabajamos cada día en poner nuestro granito de arena explicando cómo evitar este tipo de errores y compartiendo más consejos sobre seguridad en altura en nuestro blog. Si tienes dudas, no dudes en que puedes contactar con nosotros.
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