Para entender mejor qué es el síndrome del arnés y cuándo sucede, primero vamos a recordar qué es y cuál es la función de un arnés de seguridad anticaídas.
Una vez explicado esto, vamos a ver cuáles son las medidas que debemos tomar para no sufrir esta patología en caso de accidente.
¿Qué es un arnés?
Un arnés de seguridad anticaídas es un equipo de protección individual diseñado para evitar que una persona sufra daños al caer desde una altura.
Se utiliza comúnmente en trabajos de construcción, mantenimiento, trabajos en techos, limpieza de ventanas, entre otros, donde existe riesgo de caídas.
El arnés está compuesto por correas ajustables que se colocan alrededor del torso, los muslos y los hombros del usuario, distribuyendo la fuerza de una caída sobre todo el cuerpo para minimizar lesiones. También cuenta con anillas y puntos de anclaje donde se conecta a un sistema de detención de caídas, como cuerdas o líneas de vida, que detienen la caída de manera segura.
El arnés, junto con otros componentes del sistema de protección contra caídas, es fundamental para garantizar la seguridad en trabajos en altura.
La función principal de un arnés anticaídas es proteger a la persona de sufrir lesiones graves o fatales en caso de una caída a distinto nivel, pero hay un inconveniente.
La función principal de un arnés anticaídas es proteger a la persona de sufrir lesiones graves o fatales en caso de una caída a distinto nivel, pero puede ser perjudicial en caso de quedar suspendido en ciertas circunstancias que hace que se produzca el síndrome del arnés.
¿Qué es y cuándo se produce el síndrome del arnés?
El síndrome del arnés, también conocido como trauma por suspensión o síndrome de suspensión inerte, ocurre cuando una persona queda suspendida en un arnés de seguridad durante un período prolongado tras una caída. Esta condición puede ser peligrosa y, en casos extremos, mortal si no se trata rápidamente.
El síndrome del arnés se produce debido a la restricción del flujo sanguíneo, especialmente en las piernas, mientras la persona permanece suspendida en una posición vertical. Esto puede llevar a una acumulación de sangre en las extremidades inferiores, lo que reduce el retorno de sangre al corazón y puede provocar:
- Mareos o desmayos
- Hipoxia cerebral (falta de oxígeno en el cerebro).
- Colapso circulatorio
- Pérdida del conocimiento
- Daño orgánico
- Muerte si no se realiza un rescate oportuno.
Si no se actúa rápidamente, el síndrome del arnés puede provocar complicaciones graves, como daño cerebral, insuficiencia cardíaca o incluso la muerte. Esto ocurre porque, al ser rescatada, la acumulación de sangre en las extremidades puede liberar toxinas acumuladas en la circulación, agravando la situación.
Factores que contribuyen al síndrome del arnés:
- Tiempo suspendido: El riesgo aumenta cuando la persona está suspendida inmóvil durante más de 10-15 minutos.
- Inmovilidad: La falta de movimiento en las piernas mientras se está suspendido agrava la situación.
- Ajuste inadecuado del arnés: Un arnés mal ajustado puede empeorar la presión en zonas críticas del cuerpo.
¿Cómo evitar el síndrome del arnés?
Una vez que se produce la caída y la persona se queda en suspensión, tenemos dos escenarios posibles: persona consciente e inconsciente.
Si el trabajador que ha tenido el accidente está consciente, tiene que moverse mientras está suspendido. Se recomienda mover las piernas o empujar contra superficies para estimular la circulación. Esto favorece la situación mientras se espera a ser rescatado.
Esta situación empeora si la persona que ha sufrido la caída a distinto nivel se queda inconsciente y por lo tanto no puede hacer ningún movimiento con las piernas para que corra el flujo sanguíneo. En este caso, hay que realizar un rescate lo más rápido posible para que el síndrome del arnés no ocurra.
A continuación, vamos a detallar y desglosar las medidas de seguridad adecuadas que debemos tomar para prevenir el síndrome del arnés y cómo actuar en caso de que se produzca.
Recomendaciones de seguridad
Para evitar el síndrome del arnés, es esencial seguir una serie de prácticas de prevención, capacitación y protocolos de rescate rápido.
Elección y ajuste adecuado del arnés
Un arnés mal ajustado puede aumentar el riesgo de sufrir el síndrome del arnés, por lo que es esencial elegir el tipo adecuado y asegurarse de que esté correctamente colocado.
- Selección del arnés adecuado: Asegurarse de que el arnés sea apropiado para la tarea y que tenga puntos de ajuste en las zonas correctas.
- Ajuste adecuado: Asegurarse de que las correas estén bien ajustadas para que el arnés distribuya la presión de manera uniforme por el cuerpo, evitando puntos de presión excesivos.
Inspección y mantenimiento del equipo
Es importante inspeccionar regularmente el arnés y los sistemas de protección contra caídas para garantizar que funcionen correctamente en caso de emergencia.
- Revisiones periódicas: Verificar que el arnés, las líneas de vida, mosquetones y puntos de anclaje estén en buen estado.
- Reemplazo de equipo dañado: Sustituir inmediatamente cualquier equipo que muestre signos de desgaste o daño.
Evitar suspensiones prolongadas innecesarias
No permanecer colgado innecesariamente, si no hay peligro inmediato, evitar quedar suspendido durante demasiado tiempo sin hacer nada, incluso si no hay una caída involucrada.
Formación de los trabajadores
Es fundamental que todo el personal que trabaja en altura esté capacitado tanto en el uso del arnés como en las técnicas de autor rescate o en cómo auxiliar a un compañero suspendido.
- Reconocer los síntoma: Entrenar al personal para identificar los síntomas del síndrome del arnés, como mareos, entumecimiento y dificultad para respirar.
- Técnicas de autor rescate: Instruir en técnicas que permitan que una persona suspendida pueda al menos aliviar la presión sobre las piernas moviéndolas o, en su caso, adoptar una posición menos peligrosa.
Rescate rápido y planificado
El factor más crítico para prevenir el síndrome del arnés es minimizar el tiempo que una persona permanece suspendida tras una caída. Esto requiere un plan de rescate bien definido, con procedimientos claros y accesibles, y un equipo capacitado para llevarlo a cabo rápidamente.
- Plan de emergencia: Debe existir un plan de emergencia que contemple el rescate en alturas, con equipos listos para actuar en pocos minutos.
- Acceso a equipo de rescate: Tener equipos de rescate, como cuerdas, poleas y sistemas de descenso, listos y fácilmente accesibles.
Movimiento mientras se está suspendido
Si una persona queda suspendida pero consciente, debe intentar moverse mientras espera el rescate para mantener la circulación sanguínea activa.
- Mover las piernas: Balancear las piernas o empujar contra una estructura cercana para evitar que la sangre se acumule en las extremidades inferiores.
- Uso de estribos de alivio: Algunos arneses están equipados con estribos de alivio, pequeños apoyos que permiten que la persona pueda poner peso sobre ellos y liberar la presión de las piernas.
Conclusión
La clave para evitar el síndrome del arnés es actuar con rapidez tras una caída, mantener un buen flujo sanguíneo mientras se está suspendido, y estar bien entrenado tanto en la prevención como en los procedimientos de rescate.
Las medidas de prevención, como el uso adecuado del equipo y la capacitación, son vitales para garantizar la seguridad del trabajador.
Es importante que los trabajadores en altura estén conscientes de este riesgo y que los planes de emergencia incluyan métodos efectivos de rescate rápido para minimizar el riesgo del síndrome del arnés.
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